miércoles, 13 de abril de 2016

Adicciones: alcohol

Alcoholismo
El alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe unadependencia física del mismo, manifestándose a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.1 Se considera como una enfermedad crónica, incurable, progresiva y mortal por la Asociación de Médicos de los EE. UU. (American Medical Association) al igual que otras drogodependencias.






Efectos
El alcohol es una droga, esto quiere decir que es una sustancia con capacidad para provocar cambios en el estado de ánimo, la conducta, la concentración,la memoria.
Los efectos que provoca el alcohol en las personas dependen de:
el tipo de bebida alcohólica (graduación alcohólica) ingerida
la frecuencia y el tiempo de ingestión
la cantidad de alimentos en el estómago al momento de beber
las características personales del bebedor (sexo, edad, peso, estado fisiológico, personalidad, antecedentes familiares de alcoholismo u otras adicciones)
la circunstancia en que bebe
las motivaciones del consumo


Todos estos factores hacen que dos personas que ingieren la misma cantidad de alcohol presenten distintos comportamientos, o bien, que una misma persona se comporte de distinta forma en dos oportunidades diferentes.


El beber alcohol en pequeñas cantidades puede:
perturbar la razón y el juicio
retardar los reflejos
dificultar el habla y el control muscular
provocar la pérdida del equilibrio
disminuir la agudeza visual y auditiva
relajar y disminuir la ansiedad
dificultar la capacidad de reacción
desinhibir, provocar sensación de euforia, locuacidad
irritar las paredes del estómago e intestino
provocar náuseas y vómitos por irritación de las paredes
alterar la absorción de sustancias nutritivas, especialmente las vitaminas del complejo B
dilatar o expandir los vasos capilares de la piel
En grandes cantidades puede:
provocar pérdida de conocimiento
dificultar la respiración
producir gastritis crónica
alterar el funcionamiento general del hígado provocando un daño celular que se traduce, finalmente, en cirrosis hepática
provocar una hepatitis aguda, que eventualmente puede llevar a la muerte
provocar hemorragia digestiva
causar la muerte por parálisis respiratoria y compromiso cardiovascular.




En la conducta:
El alcohol altera la conducta de las personas; los movimientos son más lentos, inseguros, desordenados e imprecisos y, por lo tanto, más riesgosos.
El alcohol reduce el nivel de atención y concentración. Produce una sensación de relajación, una disminución en la capacidad para responder y desempeñarse, para juzgar, discriminar y pensar con claridad.
Si una persona está bajo los efectos del alcohol puede sobrestimar sus capacidades y hacer cosas que no realizaría en condiciones normales, porque no es capaz de percibir que su velocidad de reacción, para responder a los imprevistos, ha disminuido (por ejemplo, creer que se es capaz de conducir un vehículo, cuando la verdad es que con el alcohol la capacidad de poner atención, ser cuidadoso, tener buenos reflejos, disminuye).
Es necesario tener presente que el alcohol también provoca daños importantes en el funcionamiento y estructura de otros órganos vitales, como el hígado, el páncreas, los riñones, el corazón, que habitualmente no se notan -no dan síntomas- hasta que los daños son prácticamente irrecuperables.
Te damos algunas recomendaciones:
En algunas situaciones son los padres o adultos los que deciden por nosotros. En muchas situaciones tendremos que decidir nosotros mismos.
Cuando te toque decidir, tenés que ser asertiv@, diciendo lo que realmente pensás, creés o sentís, en el momento adecuado y de la manera adecuada, esto es, expresando lo que querés oportunamente y sin dañar a otros.
Estas son algunas sugerencias para poder aprender a ser asertiv@:
Hacé contacto visual (mira a los otros a los ojos)
Usá una postura adecuada (espalda recta, cabeza en alto, brazos a los costados, en lo posible de pie)
Usá una voz firme y clara (no agresiva sino decidida)
Ordená mentalmente lo que deseás expresar (antes de empezar a hablar)
Sé precis@ en lo que querés señalar (no "te vayas por las ramas")
Hablá en primera persona (yo, a mí ...)

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